El "must" del próximo verano

Les cuento un poco de mi familia para ponerlas en tema.

Tengo una hija maravillosa que ya no vive en casa pero está solo a una cuadra. Su vida gracias es Dios es tranquilamente normal y compartimos muchas actividades juntas.

En casa quedan mi marido, por suerte jajajaj, y mis dos hijos varones.  Los tres tienen y manejan motos, los tres jugaban al rugby, por suerte ya solo quedan mi marido y mi hijo menor, el del medio luego de dos cirugías de hombro inteligentemente se pasó al football.  Además, el menor hace surf, kite surf y cuanto deporte de riesgo se le cruce en el camino.

En casa nada de ajedrez, naipes o ludo, todo tiene que ser de riesgo y yo ya lo acepté.  Ellos son felices y hasta ahora la vida no nos dió ningún susto importante.

Sí algunas caídas como la que tuvo mi hijo menor hace unas semanas.  Subiendo a la autopista con la moto pisó gasoil y derrapó.  Por suerte no le pasó nada de nada pero su ropa quedó destrozada.  Obviamente es lo menos importante así que cuando llegó a casa mandé el saco a arreglar y tiré los pantalones llenos de gasoil a la basura.  

Cuando se dió cuenta casi me mata, me hizo sacar los pantalones de la basura y lavarlos porque los iba a usar.  Eran nuevos y llenos de cortes. Cumplidora con su deseo, lave, lave y volví a lavar hasta sacarle el olor a gasoil.   Bajo sus direcciones los convertí en bermuda, zurcí todos los tajos que quedaban y les hice aplicaciones de patchwork.  

Cuando se los mostré estaba feliz!  Además justo esa mañana me había llegado un mail de Gap con fotos de los jeans de la temporada y oh para mi sorpresa me encuentro con el modelo "patchwork" que tiene aplicaciones de otras telas.  

Obviamente se lo mostré a mi hijo y su respuesta fue "Viste, yo impongo la moda" jajajajaj y ayer partió al río con sus bermudas nuevas.

No quiso que le fotografiara la cara pero acá les muestro la bermuda.

Otro de los maravillosos regalos que me da la vida es tener a mis padres aún con nosotros y en buenas condiciones.  El día ayer amaneció bastante cálido y lindo así que aproveché a salir a caminar un poco con ellos.  Dejamos a mamá en el supermercado ya que ella se cansa más y seguimos con mi padre a dar la vuelta al lago.  Es un lujo y un orgullo para mí tener a mi padre de 84 años que aún disfruta de la vida al aire libre y el deporte.  Pasamos como siempre un rato muy agradable, charlamos, disfrutamos del sol y de observar estos hermosos patos que estaban en el lago.

A la noche recibí un e-mail de mi hermano que vive en San Pablo invitándome a ir a su casa.  

Qué más puedo pedir?  Siempre estamos deseando más y creo que no está mal porque nos impulsa a superarnos pero es bueno cada tanto parar y dar gracias por todo lo que tenemos que en mi caso no es poco.

Fue una entrada bastante larga pero hoy el día está gris y lluvioso y lleva a la introspección y al análisis y quería compartirlo con ustedes.

Buen domingo!!!

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