Me despertó una luz rojiza que entraba por la venta, era el sol que se filtraba en mi cuarto y me acariciaba. Me levanté corriendo a buscar la cámara. Saqué la foto y allí me quedé, en el silencio de Pinamar, mientras todos duermen, disfrutando de este regalo de Dios. Ahora, ya con café en mano, lo comparto con ustedes. FELICES PASCUAS!
Desde otra ventana
que precioso se ve el alba es maravilloso saber lo poderoso y bonito que son las creaciones de nuestro Señor que nos ha regalado y que todos debemos valorar y apreciar.Felices Pascuas.bye.
ResponderEliminar