Regalos

Cada día estoy más contenta de haberme decidido a tener mi propio taller y dar clases de patchwork.

Además del placer de transmitir algo que tanto me apasiona y ser responsable de la adicción que voy creando en mis alumnas, voy ganando con cada una de ellas una relación de afecto y creo que ellas se sienten igual.

Cual maestra rural me llenan de regalos, algunas traen cosas ricas para compartir con el té/café, otras me traen plantas, jabones, cremas, toallas bordadas, otras tazas decoradas con tejidos o como en este caso en patchwork.

Ayer en Pinamar estuve un ratito con Claudia Rivero, con quien el año pasado nos largamos a la aventura de hacer el curso inicial en una semana, se acuerdan?  

Vean qué lindo lo que me regaló, una taza para mi té con un trabajo en patchwork.  Como artesana valoro muchísimo los trabajos realizados a mano porque regalar el tiempo de uno es algo muy valioso. 

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