La diversidad enriquece

Nunca me imaginé que dar clases de Patchwork me iba a gustar tanto! Por supuesto me encanta el patchwork y transmitirlo, pero además cada clase me enriquece como persona. Las alumnas llegan sin conocerse y a veces sin conocerme a mí y de repente se crea un clima que parece que nos conociéramos de siempre.

Además somos todas distintas, con distintas personalidades, distintas historias de vida, distintas edades, distintos gustos, etc. etc. y sin embargo hay algo que nos hace encajar y pasarla bien juntas.

Ayer se caía el cielo, tuve dos ausentes y 3 inoxidables.

Acá Fanny Ghirlanda, ella es calladita y aplicada y termina sus bloques en clase.  

Acá la vemos a Flora Lage que es la charleta del curso,  ella llega hablando, se saca la foto hablando y se va hablando.  Es la alegría en persona y un ser muy sensible. Por supuesto que tanto habla que tiene que terminar los trabajos en casa, pero lo hace y trae todo perfectito a la clase siguiente.

Acá están Fanny y Any Delatorre charlando.  Any es super coqueta y no quiere que le saquen fotos aunque en la entrada anterior la agarré sin que se diera cuenta.

Qué les puedo contar de Any... ella es jugadora de hockey y amante del deporte y la vida al aire libre y jamás se acercó a una aguja pero llegó al patchwork y enloqueció jjajaja, está super entusiasmada y averiguando para comprar su primera máquina de coser.

Elisa Buendía y Cynthia Pereyra tienen falta justificada, moverse en Capital y con la lluvia de ayer no era tarea fácil.

Agradezco a todas mis alumnas el permitirme disfrutar de esta tarea y deseo que encuentren en la clase la cita esperada durante toda la semana.

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