El día de ayer comenzó feo, muy feo, con un llamado de nuestro hijo menor a la 1.30 de la mañana. Venía de un asado con nuestro auto que de repente se le prendió fuego. Llegamos a donde estaba con bomberos, policía, Av. Sta Fe cortada y el motor de nuestro auto en llamas. Hasta ver a mi hijo bien no podía parar de temblar, son emociones feas, qué les puedo contar.
Luego declaración en la policía, acarreo y llegar a casa a las 4 de la mañana con un stress importante.
Dormí dos horas y me fui a Brother a dar el Seminario de Bowls y mi tristeza automáticamente desapareció, un grupo de mujeres maravillosas me hicieron pasar una mañana extraordinaria.
Charlas, risas, anécdotas, y muchos bowls hicieron que mi día volviera a ser lindo y a la tarde una siesta reparadora puso mi físico en orden nuevamente.
Doy gracias a Dios que las pérdidas son solo materiales. La tristeza, la bronca, la impotencia, se superan con los días y la alegría de dar clases no me la quita nadie.
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